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Un título muy propositivo que me motivó a mirar dentro de mi propio espacio, con mi hijo y mis sobrinos: ¿cómo les impacta leer y qué hago yo para motivarlos a que lean?
Este tema nace de la invitación del colectivo Resiliencia Juvenil para participar en el lanzamiento del proyecto “Bibioteca virtual” . Esta organización sin fines de lucro, que los invito a apoyar a través de sus redes sociales https://bit.ly/35bHcpi busca un espacio para los libros y la lectura, en tiempos en que estamos más conectados al celular, a la televisión, a la computadora. ¡Crear una biblioteca virtual puede salvarnos a todos!
Cuando inició la charla, les decía a los chicos y chicas, que para mí la palabra resiliencia es una de las más potentes en mi vocabulario diario porque me lleva siempre a “tomar acción”, “a hacer algo”, de esta forma nos identificamos desde el primer momento.
Imaginen a dónde pueden llegar los jóvenes con este concepto resiliente de “tomar acción” y al que le añaden toda su energía! Ellos pueden mover montañas o comerse el mundo entero. Imaginen ¡a dónde pueden llegar si leyeran más!
Después de contar mi experiencia de vida con mi nena, su tratamiento, el desenlace que vivimos, mi duelo y mi voluntariado, aterricé en cuál fue la razón y la motivación de escribir el cuento de La princesa Caballero y cómo hoy es mi instrumento para hablar sobre inclusión escolar, sobre cáncer infantil, sobre cuidado y acompañamiento familiar.
Escribir me sanó emocionalmente a mí, pero a tí, leer mi cuento, te impactó de algún modo, en algún sentido y de eso se trata.
Te dejo el enlace del cuento para que lo puedas escuchar con atención.
Leer amplía tu vocabulario y mejora tu forma de expresarte preparándote para la vida profesional. Incentiva tu creatividad e imaginación con la que puedes viajar y conocer otros mundos.
Esto te lo dicen todos, sí, pero seguro te estarás preguntando cómo encontrar esa historia que te enganche para no aburrirte y la única respuesta es: ¡buscándola!
Deja de lado el libro que no te gustó, pero no dejes de leer. Sigue buscando como si fuera un tesoro que te ilusiona encontrar para ser feliz. Tienes muchas opciones: historias de terror, de detectives, de ficción, las comedias o los dramas, los documentales o cómics, entre muchas más. Y cuando encuentres la tuya, todo cambiará.
- Tendrás un espacio personal donde podrás reencontrarte contigo mismo, quizá el libro hable por ti, por esas veces que no sabes qué decir o cómo decirlo.
- Te ayudará a interpretar, reconocer y comprender otras realidades más allá de la tuya.
- Te ayudará a no sentirte solo, calmará tu stress y ansiedad y te mantendrá de buen humor.
- Abrirá tu mente para estar dispuesto y empático ante puntos de vista diferentes a los tuyos.
- Será el mejor compañero cuando no quieres hablar con nadie, sino simplemente estar en tu espacio.
- Lograrás identificarte con algún personaje y su historia, y quizá te motive a escribir la tuya.
- Y cuanto más leas, viene lo mejor: tendrás muchas historias para contar.
Con estas sugerencias cerré mi charla, pero en este artículo, quiero complementar este tema con una segunda parte.
¿Cómo podemos motivar la lectura en nuestros hijos adolescentes?
- Demos ejemplo. No educamos con lo que decimos, sino con lo que hacemos. Si nuestros hijos nos ven leyendo a diario, poco a poco ellos también lo harán.
- Dejemos que ellos elijan qué leer. Quizá no se inclinen por cuentos o novelas, sino por historias de la vida real, de sus artistas preferidos, tal vez por recetarios, por blogs para estar en forma o por revistas de autos o fútbol. No los critiquemos, apoyemos su elección para leer.
- Conversemos sobre lo que han leído, abriendo debates, mostrando interés por lo que están haciendo. Yo lo hago continuamente con mi hijo y es increíble lo que voy aprendiendo junto a él, pues mientras yo leo sobre duelo, él lee sobre nutrición deportiva.
- Conectemos la lectura con lo que les apasiona a nuestros hijos, de esta forma se mantendrán motivados.
- Incluyamos las redes sociales de manera dosificada, sin apartarlos de ese mundo que tiene tantas posibilidades, quizá se animan a leer un blog profesional, o suscribirse a una revista de su interés o a tomar cursos profesionales.
- En conclusión, mantengamos la comunicación abierta y la escucha activa. Si dejamos que ellos nos cuenten sus intereses y sus gustos tendremos un canal que nos mantendrá en continua relación que permitirá nutrir la confianza entre padres e hijos.
Espero que estas breves sugerencias puedan mejorar su plan lector, así como también, que mejoren sus relaciones familiares manteniéndolas sanas y felices.
Hasta pronto!